¡Adiós al mito de comer por dos durante el embarazo! Buscamos información y consejos con Jerusalén Antúnez, nutricionista del Hospital Quirónsalud Huelva.
Te lo contamos en conNdenutricion.com, portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com con información para decidir sobre nutrición, alimentación y salud.
¡Adiós al mito de comer por dos durante el embarazo!
Es importante recordar, en primer lugar, que el estado nutricional de la madre previo a la concepción puede condicionar la embriogénesis (formación y desarrollo del embrión) y, por lo tanto, la salud del embrión y posterior feto.
En el caso de querer concebir, se recomienda «cumplir una alimentación sana y equilibrada, con ausencia de alimentos ultra procesados», señala la nutricionista.
Una vez que se ha producido el embarazo, el cuidado de la nutrición de la mujer gestante debe ser continuo. Es importante una ingesta adecuada de micro y macronutrientes. Y, por supuesto, abandonar el mito de que hay que comer por dos.
Primer trimestre – Náuseas y vómitos
Durante el primer trimestre, gran parte de las mujeres embarazas experimentan náuseas y vómitos. En estos casos, señala la nutricionista, hay que tener en cuenta los siguientes consejos:
- comer alimentos en pequeñas porciones,
- limitar el consumo de alimentos grasos,
- priorizar los hidratos de carbono de lenta absorción (patatas, pan, arroz…)
- y mantener la hidratación durante todo el día mediante ingestas pequeñas de agua.
Segundo trimestre – Progesterona y estreñimiento
Al inicio del segundo trimestre, normalmente el estado general de la mujer mejora, pero suele aparecer el estreñimiento, asociado al aumento de la progesterona.
«En estos casos es imprescindible aumentar el consumo de fibra y agua. Y apostar por realizar mayor ejercicio físico, siempre respaldado por el especialista en obstetricia que siga el embarazo», apunta la especialista de Hospital Quirónsalud Huelva.
En esta fase de la gestación, al haber mayor crecimiento fetal se recomienda un aumento de nutrientes y de calorías.
«Fundamentalmente, el aumento debe referirse a los nutrientes y no tanto al aporte calórico. Es decir, una dieta más nutritiva que calórica», recalca la nutricionista.
No hay que olvidar que realizar una ingesta calórica excesiva puede conducir a un aumento de peso en la madre y, esto, verse reflejado en el feto con recién nacidos macrosómicos (> 4 kg), y diabetes Mellitus Gestacional (DMG).
Es igual de importante aclarar que una ingesta deficitaria que conduzca a un IMC bajo en el embarazo puede favorecer el crecimiento de niños con bajo peso (< 2,5 kg) con mayor riesgo de mortalidad perinatal y un posible desarrollo de enfermedades crónicas en la edad adulta.
Variedad de alimentos y aumento de la frecuencia de consumo
Por ello, el cuidado de la nutrición en el embarazo, hasta las 6 semanas posteriores al parto, se basa en priorizar sobre todo la variedad de alimentos y el aumento en la frecuencia de consumo. Es decir, consumir de todos los grupos alimenticios más veces al día, aunque sean cantidades más reducidas.
La dieta, fundamentalmente, debería basarse en:
- Alimentos proteicos (carne, pescado, huevos y legumbres).
- Alimentos ricos en ácido fólico con verduras de hoja verde, espinacas, acelgas, cereales integrales y leche entera.
- También ricos en vitaminas antioxidantes como C y E (cítricos, kiwi, coles, pimientos, aceite de oliva…).
- Alimentos ricos en calcio como la sardina, salmón y almendras.
- Ricos en hierro como carnes, ciruelas, huevos
- Y, finalmente, los ricos en zinc como frutos secos, tomate, plátano y almendra entre otros.
Hidratos de carbono, grasas, proteínas
Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del feto por lo que se recomienda una ingesta de 4-5 raciones/día por parte de la gestante.
Las grasas y más concretamente los ácidos grasos esenciales (AGE), van a intervenir en el crecimiento plaquetario y fetal.
Y las proteínas, fundamentalmente las referidas a los pescados con un aporte adecuado, se evidencian a una menor frecuencia de síntomas depresivos después del parto.
Asimismo, hablando de micronutrientes como el hierro, su déficit también se relaciona con futuras depresiones maternas.
El calcio como sabemos interviene en la mineralización ósea fetal, el zinc como defensa antioxidante y función neurológica e inmune y el yodo participa en la síntesis de las neuronas tiroideas.
