¿Por qué debemos cuidar la alimentación? La alimentación y la nutrición son aspectos fundamentales de la salud y el desarrollo. Una correcta alimentación y nutrición tiene mucho que ver con:
- Buena salud del lactante, el niño y la madre
- Sistemas inmunitarios más fuertes
- Embarazos y partos más seguros
- Menos riesgos de enfermedades no transmisibles (como diabetes y enfermedades cardiovasculares)
- Longevidad
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¿Por qué debemos cuidar la alimentación?
«Los niños sanos aprenden mejor. Las personas con una correcta nutrición son más productivas y pueden generar oportunidades para romper gradualmente los ciclos de pobreza y hambre», aseguran desde la OMS.
Y añaden que «la malnutrición, en todas sus formas, plantea importantes amenazas para la salud humana. En la actualidad, el mundo afronta una doble carga de morbilidad por malnutrición que incluye la subnutrición y el sobrepeso, especialmente en países de ingresos bajos y medianos».
La OMS proporciona asesoramiento científico e instrumentos para la adopción de decisiones, que pueden ayudar a los países a tomar medidas dirigidas a luchar contra todas las formas de malnutrición, con miras a promover la salud y el bienestar para todos, a todas las edades.
Recomendaciones generales para una correcta alimentación
Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles (diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, cáncer, etc.).
En todo el mundo, las dietas insalubres y la falta de actividad física están entre los principales factores de riesgo para la salud.
Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida. La lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo.
Además, proporciona beneficios a largo plazo (reducción del riesgo de sobrepeso y obesidad y de enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida).
Equilibrio entre ingesta y gasto calórico
La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. Para evitar un aumento malsano de peso, las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total.
Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de la ingesta calórica total (2,7) forma parte de una dieta saludable. Para obtener mayores beneficios se recomienda reducir su consumo a menos del 5% de la ingesta calórica total.
Reducir el consumo de sal
Mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (equivalentes a menos de 2 gramos de sodio por día) ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta.
Los Estados Miembros de la OMS han acordado reducir el consumo de sal entre la población mundial en un 30% para 2025. También acordaron detener el aumento de la diabetes y la obesidad en adultos y adolescentes, así como en sobrepeso infantil de aquí a 2025.